viernes, 24 de mayo de 2013

El regreso al origen

Bicycle Malmö 2012 from Martin Lang on Vimeo.

Es el programa de No más ridículos viajes en autos, en Malmo, Suecia. El progreso, la temible y pasajera tranquilidad impide pensar, proporciona engañosas alegrías, malgasta la vida, sacrifica la charla, aplaza el tiempo, banaliza el amor, castiga la intimidad y nos arrastra al abismo. Desde 1999 en las poblaciones italianas de Orvieto, Bra (Piamonte), Greve del Chianti (Toscana), Positano (sur de Nápoles), se consolida la iniciativa de las Slow Cities, cultura institucional que fomenta la tecnología de energías renovables y nuevos modos de explotación turística. El transporte público no es contaminante, las zonas verdes, al igual que los espacios peatonales, se multiplican. Se detiene la degradación urbana causada por el uso del automóvil para reducir los niveles de ruido y polución. Se eliminan las vallas publicitarias, se ofrecen créditos para la recuperación de construcciones de valor histórico-patrimonial y se privilegian los restaurantes y tiendas que ofrecen productos locales naturales. El movimiento Sloth Club, con sede en Tokio, es una cofradía de la lentitud cuya consigna, inspirada en el modelo de vida mediterráneo, es: "Lo lento es bello". Iniciativas sensatas en las que se ralentiza la vida en las ciudades, se ridiculiza el viaje en automóvil y se recuperan estilos de vida basados en la humana alegría de lo natural, se convierten en la única opción posible para considerar una salida frente a la catástrofe humana y ambiental que se avecina. Parece ser que lejos del desenfrenado modelo económico del consumo, la frivolidad, el afán, la tristeza y el aislamiento existe aún la alternativa de la lentitud, el ensimismamiento y el tiempo para la vida. En otras palabras, el regreso al origen como única tabla de salvación.

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