sábado, 16 de mayo de 2009

Foto: Germán Sánchez Pardo
Villa de Leyva, su desierto, al que siempre regresaré.
Foto: Germán Sánchez Pardo
Real del monte, un pueblo mágico en el Estado de Hidalgo (México) en cuyas calles conocí la lluvia, la barbacoa y la sombra del tiempo en la pared.

No me pierdas de vista

No me pierdas de vista
no te distraigas con el bullicio de la calle
con las luces de fuego que te encandelillan
con las nubes que dibujan lo que quieres ver
recuerda que nunca se quedan

No te pierdas en la sombra de los parques
en el silencio que frecuentas
cuando no encuentras
cómo dar un paso más
No te pierdas en el reflejo que repite
la ausencia necesaria de las cosas

No te acuestes sola
en el campo de los girasoles
Recuerda siempre
que siendo el hombre triste
también soy la hora de la calma
el espacio de tu cama
el intérprete de tus palabras descifrables
arpegios
alegrías
armonías
que vienen de ti

Sigue siendo el viento
cuando hay sol
la ventana que da a la calle
cuando la calle es para los dos
el tiempo de esperar
cuando sabemos que va a amanecer
las manos en tu rostro
cuando estás dispuesta
de nuevo a sonreir

No te quedes sola
No me pierdas de vista.