sábado, 31 de diciembre de 2011

viernes, 30 de diciembre de 2011

El sonido del universo


El universo, donde impera la oscuridad, la distancia y el frío, no está en silencio. Produce sonidos que, a diferencia de los que conocemos en este nuestro pequeño planeta, no son capturados por su desplazamiento en el aire, pues corresponden a ondas magnéticas irradiadas por la masa de sus planetas y son similares a las ondas de radio. Los receptores de ondas de plasma (gas ionizado) mediante transmisores de radio de baja frecuencia, permiten por medio de una antena, captar los campos magnéticos de los cuerpos celestes. A mayor intensidad del campo magnético mejor es el sonido registrado. Aquí, una reproducción de algunos sonidos localizados en nuestro doméstico sistema solar: Miranda (un satélite de Urano), Io (luna del gigante Júpiter), Neptuno, Urano, y Saturno. No es vida, ni voluntad parecidas a la solitaria especie humana, tampoco mensajes de otro mundo; solamente escalofriantes testimonios pertenecientes a la física y el electromagnetismo que forman parte del insuperable cosmos que desconocemos. Es el lejano sonido del universo al que pertenecemos y también la cercana probabilidad de que estemos solos. Por eso mismo sólo nos queda respirar, imaginar, escuchar y amar, antes de irnos.

Alas en las piernas

Dos Ciclos Short Film from SakeGroup on Vimeo.

Me alegró encontrar este video. En mi bicicleta la libertad deja de ser una idea, el recorrido se hace en el viento y el equilibrio es el mismo que acompaña la vida. Siempre voy cantando.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Es posible que quede algo

Aprecio esta ciudad como se miran los recuerdos cuando se está en el lado de la sombra. No hay mejor tiempo que el tiempo alejado de la espera, cuando todo lo que se tiene también dejó de existir. Mi destino es la ruta de los pronombres, el encanto de la comprensión, el premeditado sabor de la fruta. Puede que los días me sirvan para ocupar otra vez la sustancia irregular que sostenía mi vida. Es posible que quede algo la noche en que pueda regresar. Me conmueve saber que hay sol y que puedo perseguir una idea, tan leal como el pasto en el que reposo. Desestimo la indolencia, el ruido y la dominancia de los sexos. No creo en la paz del mundo. No imagino la vida sin ti. Abrazo los árboles, admiro la pereza y leo en los buses. Han pasado ya los meses. Sólo falta que alguien pronuncie mi nombre.