viernes, 3 de mayo de 2013

Océano mar - Alessandro Baricco

La historia, casi tanto como sus personajes, la agradecí muchas veces; del mismo modo que la risa, la inteligencia y los intrincados caminos de la imaginación humana despiertan sentimientos tan nobles como el interés por la vida y los deseos de una conciencia cristalina, permanente e inmutable. Eran buenos los tiempos cuando llegué a ella, de esos en que la música y los asombros suscitan las creencias y el descanso. Las mañanas se presentaban milagrosamente tibias, y las noches -amables y conciliadoras- llegaban acompasadas con un cansancio dignificante y justo. Me  alegraba la idea de un viaje que nunca realicé, la Primera Sinfonía de Mahler, los últimos cuartetos de Beethoven y la sensación de un magnífico acorde que acompaña a los viajeros que se quedan. Mi semblante, pacífico y complaciente, reproducía los poderes naturales de la amistad y la certeza de mi circular e inmaterial movimiento sobre la tierra.  Porque alguien me quería, destinaba mi distracción a benévolas alegrías que me prodigó la vida: la generosa sonrisa de mi padre, las juveniles contemplaciones de mi hijo, el inquebrantable cariño de mi madre y la constante bondad de mi hermana. Caminaba el tiempo, la novela y la imagen de las acuciosas mujeres que me dejaron la versión de la vida que más cuido y mejor recuerdo.

Mi interés por la historia empezó en la página 25: el mar finalmente siempre es el mismo. Similares palabras pronunció mi hermana, hace ya muchos años, frente al mar Caribe, la primera vez.

Lo que siguió fue el relato del mar y su entereza: los pesares de los hombres, el dictado del destino, la libertad de la conciencia, la esquizofrenia y la mansedumbre, la obsesión de los deseos, el sometimiento y la estupidez, las pasiones calcinadas, la espera de cada día, la aventura de la incertidumbre, el arrojo y el orgullo, las sombras proyectadas, lo inverosímil, la pesadumbre, la distancia, la exacta medida de la incapacidad humana, el mismo sol, el mismo viento, el mismo mar, el mismo mar...

...inmenso monstruo capaz de devorar cualquier cosa
agua que puede contener el hueco de la mano
abismo que nadie puede ver
imparable máquina
intestino acuático...


...exageradamente hermoso,
terriblemente fuerte,
inhumano y enemigo,


el otro mundo,

enorme regazo,...

...purgatorio de arena
voz inmensa
fortísimo olor
imparable danza
ola infinita

maravilloso monstruo infinito
dueño y siervo
víctima y verdugo
principio y fin
dueño de la nada
maestro del todo
señor del tiempo
dueño de las  noches...

...colores distintos,
sonidos ignotos

...un lugar en el que puedes pensar que no eres nada...


No es una vida falsa, no es una vida verdadera.
Es tiempo. Tiempo que transcurre. Y no más.

...el mar no tiene caminos,
el mar no tiene explicaciones...

El mar hechiza, el mar mata, conmueve, asusta, da risa también, a veces, desaparece, se disfraza de lago, o construye tempestades, devora barcos, regala riquezas, no da respuestas, es sabio, es dulce, es poderoso, es imprevisible. Pero sobre todo: el mar llama.

4 comentarios:

La Mona dijo...

Me has antojado de leer el libro. Voy a buscarlo. ¿Me recomiendas alguna edición y traducción en especial?

Germán Sánchez Pardo dijo...

Monita, la edición que leí es de Norma (La otra orilla)... sin comentarios jajaja. Los derechos los tiene ahora Anagrama (Colección Narrativas). Es la misma traducción (muy buena, lo sé por el componente poético del texto). La historia, hermosa... muy impresionante.
Un beso para vos...

La Mona dijo...

Lo estoy leyendo. Esta frase me gustó: "Desde todas partes llegaban las notas extrañas de algún músico incansable. Un ruido grande. Un espectáculo.
Había regresado. El mar".
Qué bueno que pongas tus lecturas, me animas a leerlas también y así, sentirme hipnotizada. ¿Ya leíste Seda? Tiene la carta de amor más bonita que haya leído en una novela.

La Mona dijo...

Terminé de leerlo, por fin.
Las dos primeras partes fueron impactantes.
Del final, me quedo con las frase del pintor antes de morir: "No es cuestión de colores, es una cuestión de música, ¿entiende? Me tomó mucho tiempo pero ahora..."
Tú, que amas la música sabes qué es eso. El mar y su música, profunda, enorme.