sábado, 28 de noviembre de 2009

Lo que va quedando en el camino

Ventana, río, madeja, la misma lluvia, mi guitarra fracturada, las heridas que se quedan, una niña que está sola, la necesidad de otra fiesta, las promesas que nunca se cumplieron, carrusel de madera, retrato de familia, todos los amigos, la vida que se va, esta vuelta que no termina, un vaso medio vacío, mi camisa de mañana, la puerta que nunca llamé, un algodón en el parque, mandarinas para la sed...

lo que va quedando en el camino.

lunes, 23 de noviembre de 2009

1961

Un martes, hace 48 años, llegué a un mundo dominado por la codicia, la esperanza, el avance tecnológico, la incertidumbre, la poesía, la libertad y la ignorancia que sigue orquestando la misma fiesta...


La conquista del espacio.

El 12 de abril, Rusia coloca en órbita terrestre al primer hombre de la historia; el astronauta y militar Yuri Gagarin, quien en el cohete Vostok tres, da inicio a la era espacial.

La revolución.

En Cuba, en abril de 1961, una brigada de asalto de cerca de 1.300 opositores cubanos al régimen comunista de Castro desembarca en Bahia de Cochinos, con apoyo financiero y militar de la CIA. La pérdida del factor sorpresa y la falta del apoyo aéreo previsto desde EE.UU. hace que el grupo deba rendirse en menos de 72 horas luego de enfrentarse a fuerzas regulares cubanas muy superiores en número. El propósito de liderar una rebelión armada para derrocar a Castro fracasa.

Se crea el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua, que llegaría al poder en 1979. El FSLN se enfrenta y opone a la dictadura de los Somoza (el padre y dos hijos que le siguieron) en el poder desde 1933. Su lucha se basa en los ideales nacionalistas y las tácticas de guerrillas de Augusto Sandino, quien a principios de siglo dirigió la revolución que obtuvo la salida los Estados Unidos de Nicaragua, y que terminó con el ascenso de Somoza al poder en 1933.

El suicidio.

El 2 de julio de 1961, preso de una sicosis grave, Ernest Hemingway, el gran escritor estadounidense, autor de París era una fiesta y El viejo y el mar; viajero infatigable, corresponsal de guerra y premio Nobel de literatura, se suicida con su escopeta de cazar palomas.

El muro.


En agosto de 1961, las autoridades de la Alemania Oriental comienzan a construir en Berlín un muro de separación entre el Este y el Oeste que separa en dos la capital alemana.

Oscar

Los premios de la Academia galardonan a:

Jerome Robbins y Robert Wise (West side story) en la categoría de mejor director.

Sofía Loren (Dos mujeres), como mejor actriz.

Desayuno con diamantes (Henry Mancini), como mejor música original.

La Dolce Vita (Piero Gherardi) como mejor vestuario en blanco y negro.

Como en un espejo (Ingmar Bergman) Suecia, como mejor película extranjera.

Cannes

La película Viridiana de Luis Buñuel obtiene la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

Música

Los Beatles hacen su primera aparición el el Cavern Club de Liverpool.

Nacimientos

George Clooney, actor estaudinense (5 de mayo).

Enya, cantante irlandesa (17 de mayo).

Michael J.Fox, actor estaudinense de origen candiense (9 de junio).

Manu Chao, músico francés (21 de junio).

Carl Lewis, atleta estaudinense (1 de julio).

Diana Spencer, princesa de Gales, Lady Di (1 de julio).

Barack Obama, presidente de los EEUU (4 de agosto).

Carlos Vives, músico y compositor colombiano (7 de agosto).

Andrés Calamaro, cantante y compositor argentino (22 de agosto).

Carlos "el pibe" Valderrama, futbolista colombiano (2 de septiembre).

Germán Sánchez Pardo, hijo de Álvaro Sánchez Alfonso y Mercedes Pardo Beltrán nace en Bogotá, Colombia (31 de octubre).

sábado, 21 de noviembre de 2009

Ama las nubes 2.


Foto: Sandra Parra


  1. El eje polar de nuestro planeta forma un ángulo de 23 grados con el eje de su órbita alrededor del Sol. En Marte la desviación es de 24 grados. En Urano esta situación se vuelve extrema: los dos ejes forman un ángulo recto.

  2. El origen de la Luna, es atribuído poco después de la aparición de la Tierra.


  3. El origen de la vida se calcula hace dos mil millones de años

  4. Los dinosaurios desparecieron de la faz de la Tierra hace 65 millones de años.

Cuatro fenómenos que tienen en común una misma explicación. Nuestra Tierra se formó hace más de cuatro mil millones de años como resultado de la absorción acumulada de innumerables piedras procedentes del espacio. Al aumentar su masa con cada aportación meteórica, alcanzó rápidamente el umbral que le permitió a su campo de gravedad retener capas de agua y de materias gaseosas: los océanos y las atmósferas. Las nebulosas galácticas (nubes de gas y polvo cuya materia se encuentra extraordinariamente dispersa: 10.000 átomos por centímetro cúbico, miles de millones de veces más tenue que una nube de humo, o aún más,un grano por cada 100.000 metros cúbicos, el volumen de una sala de conciertos), están compuestas de polvos interestelares: pequeños granos de materia sólida parecidos a nuestra arena. Arrastrados por la rotación del disco protosolar, estos granos se encuentran, se juntan y forman conglomerados de una masa cada vez mayor. Terminan su constitución uniéndose a raros asteroides que pierden el centro de su órbita y viajan como bólidos hasta que impactan drásticamente a los planetas. Los choques más violentos pueden llegar a inclinar el eje de rotación de los planetas impactados. De allí las inclinaciones de Marte, Urano y de nuestro planeta. Las estaciones, las migraciones y todos los fenómenos climáticos preservan el recuerdo de una colisión brutal que inclinó el eje de la Tierra hacia el final del bombardeo meteórico de los primeros tiempos del sistema solar. Por eso la Navidad es fría o calurosa, depende del lugar en el que nos encontremos.



El nacimiento de la Luna, de otro lado, se atribuye a la colisión de un asteroide gigante (un cuerpo más grande que Marte) sobre la Tierra, poco después de la formación del sistema solar. Con el calor que desprende el impacto inmensas masas de materia son arrojadas al espacio las cuales se aglomeran y terminan por constituir nuestro satélite, la hermosa Luna que nos acompaña, el principal agente que nos recuerda que el Universo existe.



Los cometas son bloques de hielo, polvo cósmico e hidrocarburos del tamaño de una motaña de de 8.000 mts. de altura (recordemos que la temperatura promedio del espacio interestelar es de -270 grados centígrados). Millones de ellos ocupan el inmenso espacio que separa el Sol de las estrellas. En un viaje lento por el universo (a una velocidad inferior a la luz) predomina la oscuridad, el frío y el vacío. O como lo dijo Carl Sagan, pasan los años y uno no se encuentra con nada. Pero en los cometas también se ha detectado la presencia de de numerosas variedades de moléculas orgánicas. En los primeros días de la Tierra millones de meteoritos y de cometas se abatieron sobre su superficie. Los hielos se fundieron y se mezclaron con las piedras licuadas y más tarde, tras el enfriamiento del planeta, los innumerables cráteres volcánicos expulsaron vapor de agua que cayó en forma de lluvia y que constituyó la capa acuática. La vida, viene del cielo.



Hace 250 millones de años, una hecatombe de gran envergadura supone la desaparición de la mitad de la especies marinas. Fue el fin de los trilobites y de las amonitas. Los mismos que encontramos en forma de fósiles en el desierto contiguo a Villa de Leyva. Corresponden a esta época la formación de los cráteres de Rochechouart en Francia, y el de Manicouagan, en Quebec, producidos por la violenta visita de asteroides que alteraron la historia de vida de nuestro planeta. Otra hecatombe, de parecidas dimensiones, tiene lugar hace 65 millones de años, trae consigo la extinción de los dinosaurios, que hizo posible la expansión de los mamíferos, los que en pocas decenas de millones de años evolucionarían para dar origen a numerosas familias: caballos, gatos, elefantes, ballenas, monos y... homínidos, nuestros abuelos naturales. Cómo fue....? En Chixculub (Península de Yucatán, México) cayó, hace 65 millones de años, un meteorito gigante cuyo impacto desencadenó incendios forestales y opacas nubes de humo que oscurecieron la atmósfera del planeta por completo. Con esto, la luz solar no llegó al suelo, el proceso de fotosíntesis se interrumpió, se produjo un rápido enfriamiento de la biosfera y con ello un invierno meteórico y un efecto invernadero (parecido al que hoy nos amenaza) con un subsiguiente recalentamiento considerable de la superficie planetaria. Los dinosaurios, en su gran mayoría herbívoros, agonizaron a falta de alimento.



Sabemos, por cuenta de la estadística, que el intervalo medio entre las caídas de meteoritos de dimensiones superiores a diez kilómetros que impactan la superficie terrestre, es de un centenar de millones de años.


Hay otra historia. Una larga falla geológica recorre el continente africano desde Egipto hasta Tanzania. Hace unos pocos millones de años, cuando el continente ya estaba habitado por diversas poblaciones de monos, al este de la falla, el suelo se levantó lentamente. La selva se secó y se transformó en sabana. Allí, la vegetación pobre y escasa ofrecía poca protección contra los depredadores. A fuerza de aprender a correr para buscar abrigo, los monos se vieron obligados a adoptar la posición vertical, dejando así libres sus manos. Este cambio de postura inició el fenómeno de la hominización. El mono dio paso al homo sapiens. Allí y en ese lugar se encuentra ubicado nuestro verdadero origen... Evolución biológica se llama esto.


Qué habría pasado con este, nuestro planeta prestado, si el monumental asteroide no hubiese desviado el eje de rotación, si los cometas no hubieran traído las moléculas de vida, si el descomunal meteorito no hubiera caído en México, si los movimientos turbulentos del magma terrestre no hubieran provocado el levantamiento de la placa al este del África...


La respuesta es tan inocente como definitiva. Nuestra existencia es y seguirá siendo una contingencia. Nuestra corta vida (despreciable en el tiempo cósmico) es producto del azar, el mismo que me ha hecho ser lo que soy y que me obliga a creer y a hacer lo que pienso y hago. La reflexión metafísica sobre el sentido de mi existencia es vana y no tiene objeto. Por lo pronto seguiré buscando un lecho para soñar, un rayo de sol que me conforte, una palabra que repita lo que soy, una música que me convierta en lo que quiero ser y un ser vivo, diferente a mí, interesado en respirar el mismo aire.


No dejaré de dirigir mi mirada al cielo. No dejaré de inventar lo que me imagino. No dejaré de ver lo que no se ve. No dejaré de creer.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Déjame dormir contigo

La canción que quiero escuchar
proviene de un lugar que vive en ti:

una sonrisa que precisamente es tu sonrisa
y hace posible lugares que no conocía,

un grito que a la vez es nuestro grito
y recorre la ciudad
y nos llega al final del día
antes de entender quiénes somos
dónde estamos
justo antes del amanecer.

La canción que más me gusta
son las cosas que me cuentas
todos los días
entre dormida y despierta
y que hablan de sorpresas
lo que quisiste ver
lo que soñaste anoche
lo que son las alegrías
un café por la mañana...
más dormida que despierta.

No despiertes
no me preguntes
déjame dormir contigo.

Ama las nubes 1.


He concluído la lectura de un libro maravilloso que me mantuvo, durante privilegiados momentos de vida y a lo largo de incontables meses, lejos de mis cosas y muy cerca de la realidad. Su título, AVES, MARAVILLOSAS AVES, los diálogos entre el cielo y la vida de Hubert Reeves. Dice más el subtítulo que el título, pero eso no importa, como tampoco el hecho de haberme obsesionado con la idea de no terminarlo nunca. Lo cierto es que ya llegué a la última página; fatal adjetivo que según la RAE designa (sé que el verbo es equivocado) lo remoto, lo retirado, lo escondido... y más aún, lo que está al final, lo definitivo; y para decirlo en un lenguaje más literario: dicho de una cosa que en su línea no tiene otra después de sí. Pues bueno, sí hay algo de fatalidad. No nos atraen los términos (amenazan nuestra libertad), no nos gustan los finales; que la espléndida cena se termine, que el viaje del descanso llegue a su fin, que el paseo en bicicleta culmine para convertirse en un registro del pasado, que la fiesta del sábado en la noche languidezca porque es otra vez domingo y nadie quería que lo fuera, que la película, la canción en la ventana, el desayuno de sol, el abrazo infinito, el sueño compartido o la vida misma desaparezcan para convertirnos en seres irremadiablemente solos. Por eso no era mi intención terminar mi lectura.

Para creer que nada llega a su fin, para imaginarme que sigo siendo el mismo de ayer... y en fin, para no morir, comparto entonces algunas ideas y verdades tan importantes como conmovedoras que recogí (nada es mío, todo me gusta y soy un inocente espectador que compra su boleta para reclamar algo que le fue prometido). Recuerdo una escena en la que Jack Nicholson despierta entre sorprendido y sonriente con los aplausos cerrados y emocionados al final de La Traviatta después de haber dormido y roncado plácidamante durante toda la obra. Qué momento... eso es lo que quiero para mí.

Lo que viene ahora son elementales, desenfadadas y espontáneas acotaciones mías logradas a partir de los datos suminstrados por Reeves. Escribo esta entrada, estos comentarios y este blog porque creo, firme y solemnemente, que no voy a morir. Porque confío ciega y prudentemente en la perseverancia de la tecnología, que le da al hombre corriente la posibilidad de inmortalizarse en la palabra.

Un año luz equivale a diez billones de kilómetros que recorre la luz a 500.000 kms por segundo.
Las galaxias ubicadas en los confines del universo observable están situadas a unos diez mil millones de años luz de nuestro pequeño planeta. Es decir, las vemos como eran hace diez mil millones de años... todo lo que vemos es pasado, nada es real, todo es una hermosa mentira, por cuenta de la luz y la distancia. Los invidentes no tienen ese problema, sé que es macabro, pero así es. Es la razón por la cual ellos ven mejor que ustedes, los que pueden leer este blog.

Una de las mejores definiciones del infinito (palabra a la que le deberíamos prestar más atención, si es que queremos entender algo...) le pertenece a un hombre que vivió en el Renacimiento, Nicolás de Cusa: "El universo tiene su centro en todas partes y su circunferencia en ninguna parte".

Centenares de miles de años luz: la dimensión de las galaxias.

Miles de millones de años luz: el tamaño del universo.

Miles de millones de años: la edad del universo.

Dos mil millones de años: la vida en nuestro planeta.

...Paréntesis de sensibilización.


"El hombre es sólo una caña, la más debil de la naturaleza; pero es una caña que piensa. No hace falta que el universo entero se arme para aplastarlo; un vapor, una gota de agua bastan para matarle. Pero aunque el universo le aplaste, el hombre seguirá siendo superior a lo que le mata, porque sabe que muere y la ventaja que el universo tiene sobre él, el universo no la conoce"(Pascal). El pronóstico es que seremos aplastados, no por la naturaleza, ni por el desarrollo de la tecnología, ni por el abuso desconsiderado de los recursos naturales... pero sí por el incontrovertible principio cósmico del cambio... para darle paso a especies más evolucionadas, así como sucedió con el desaparecido reinado de los dinosaurios. Por lo pronto la punta de lanza de nuestro dominio sí se fundamenta en la conciencia que tenemos de la muerte, única consideración que hace posible la filosofía, la religión y la ciencia.

Antes y después de la vida está la presencia de energías. Fue lo que hizo posible que la materia se organizara en lugar de permanecer en su magma caótico primordial, léase el tiempo que sucedió al Big Bang. Sigo pensando que todo está y estará en orden, aún después de nuestras inconsecuentes vidas alimentadas por el sueño de la independencia. Todo está donde debe estar. Lo entendieron los griegos cuando inspirados en el dictado de la naturaleza tallaron el concepto de destino. La libertad de los hombres y la autodeterminación de los pueblos son quimeras necesarias y bellamente inventadas. El destino está hecho de lúdica, azar y contingencias. De allí venimos y no está incluído en nuestro libreto el poderlo cambiar.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El cielo que dibujas

Tenerte cerca más cerca de lo que creo
me acerca mucho al cielo que dibujas cuando hablas
Todos los días llegas con las cosas
que te pertenecen y
que vuelven a ser mías
para siempre
Mi donación es un regreso
un paso más al espacio que dejaste
cuando vuelvo a encontrarte
Seguiré reconociendo en ti
la gentileza, el amor en tus manos
la lista de propuestas que te asaltan
y que yo transcribo
en un papel usado,
cuando me pones del lado
de las cosas alegres.
Gracias por la brújula de Berlín
por el pan que traes a veces
por seguir así
pendiente de algo que nos puede llegar a pasar.

Esta noche no podré dormir
es porque no quiero que se vaya la luz
y esta fiesta se me olvide.