viernes, 19 de abril de 2013

La novela

El desamparo, la agonía, el peligro, los temblores, el azul,  los creyentes, el aire, la mentira, el cobre, la ventana, el crescendo, las víctimas, la sombra, los lápices, la condena, los cantos, el eclipse, el arrebato, la ternura, las fábricas, las montañas, los cuerpos, el ruido, las orillas, el miedo, la tarde, la fiesta, los cristales, la memoria, los adagios, la fatiga, las cartas, el cielo, los perdones, el intento, la sangre, la traición, las noches, la codicia, las risas, el viaje, las tristezas, los templos, la razón, las ofensas, el desespero, la tierra, la metafísica, el frío, las cadenas, los oficios, el horror, la inocencia, el viento, los alaridos, la materia, la belleza, los minutos, el agua, los abortos, la sed, las cosas, los otros, la rabia, el río, el olvido, la ilusión.
La muerte, el principal evento de la novela.

1 comentario:

La Mona dijo...

Para mí, es el amor. Así sea también desamor. Esa es la esencia de la novela, la esencia del ser, de nuestro ser. Creo que era Saramago quien afirmaba que en el fondo todas eran historias de amor... pero ya no estoy tan segura. A lo mejor soy yo, quien quiere poner en sus manos esas palabras.
Mira lo que encontré de Francisco Hernández, muy a propósito de la muerte: " ¿Vale la pena seguir viviendo si no puedo escribir? ¿Vale la pena seguir escribiendo si no puedo vivir?"