Foto: Germán Sánchez Pardo |
El desierto en los alrededores de Villa de Leyva. Un lugar con mucha luz, millones de cosas pequeñas, y un viento familiar y seco que te llena el espiritu de sueños y la cabeza de pensamientos inmensos y alentadores. Para conocerlo resulta mejor hacerlo en bicicleta, con una cámara y todo el día disponible. Me encanta... me siento muy bien en ese lugar. Me recuerda un patio del barrio Teusaquillo a mis siete años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario