sábado, 19 de noviembre de 2011

El deseo

Puedo hacer del tiempo la espera que ya no me hace daño, conectar el cable que dejó de transmitir la tristeza. Me estoy acostumbrando al peligro como algo natural,  el que crece y se reproduce para poder sobrevivir. Me gusta recordar cuando es de noche, fumar en la ventana para diferenciar lo que se fue, de lo que sí fue.
Como un desacreditado me asumo en el fracaso y el deseo, porque la distancia es un componente que aqueja y también acerca.
Me queda el aire de noviembre, la oración en los templos, el amor cuando es tarde y las palabras que definitivamente me sostienen.

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