creí ver las las estrellas
pero elegí la oscuridad
me cerraron los hospicios
me negaron los hospitales
encontré desamparados
más destrozados que yo
escarbé entre la basura
entendí que todo final
es habitado por palabras
vendí el vicio, los poemas
las reliquias, los crucifijos
devolví todos mis bienes
me metí en un cine
robé todas las cosas
y corrí lejos
y corrí con ellas
pedí perdón
entregué mi sobretodo
reclamé mi dignidad
y demostré mi tristeza personal
me quedé solo
miré lo que quedaba
lejos de mis pasos
y abracé a los que
como yo
mendigaban
un milagro
para también respirar
quise hablar
me hice monje
fraterno, nocturno
en la orden de la fe
hice de mi vida
una simple
tuerca robada
prometí amar
entregar el agua
dar mi vida
a quienes
la necesitaran
recogí las colillas
las hojas quebradas
las flores caídas
los anuncios
los ruidos remotos
estuve entre los árboles
rasgué sus cortezas
con mis uñas
cubrí toda la tierra
con mi sombra
con mi tenebrosa sombra individual
negocié la noche
permití que las calles
sin mi presencia
siguieran en su sitio
me quedé sentado en la acera
dormí un sueño corto
cantaban pájaros sordos
llegaban nubes de lejos
te traía el vino en botellas
hacía mucho calor
decías quédate aquí
procuré llegar vivo
antes del amanecer
para que me reconocieras
pero sé que tus días duran menos
y que ninguno de los que viste pasar
era yo
mujer del fuego
soy por ahora
esta alma rota
la luz en tu ventana
nunca se iluminó
cubrí toda la tierra
con mi sombra
con mi tenebrosa sombra individual
negocié la noche
permití que las calles
sin mi presencia
siguieran en su sitio
me quedé sentado en la acera
dormí un sueño corto
cantaban pájaros sordos
llegaban nubes de lejos
te traía el vino en botellas
hacía mucho calor
decías quédate aquí
procuré llegar vivo
antes del amanecer
para que me reconocieras
pero sé que tus días duran menos
y que ninguno de los que viste pasar
era yo
mujer del fuego
soy por ahora
esta alma rota
la luz en tu ventana
nunca se iluminó