Mi historia en cambio es más simple
la misma mañana que me despidieron del banco
me presenté en tu puerta cargado de resentimientos
para hacerte saber que nunca olvido y menos el dolor
me dijiste que mi apariencia era la de un prófugo
compasivo, descuidado y altamente peligroso
no entendías por qué no indagaba sobre tu pasado
si era la primera vez que violaba la privacidad de tu aburrimiento
ese día dejé de invocarte como a un espíritu ingrato
y comencé a aceptar el acuerdo contigo
como el punto de partida de un fracaso
te mentí para hacerte saber que era un hombre arrogante
al que ya nadie podía hacerle daño
como nada tenía, nada te ofrecí
solamente hablé del futuro
te confesé que morir
era no volver a estar conmigo
y al final te advertí
que mi viaje era individual
aunque fue la última vez que nos vimos
suelo imaginar que me buscas
para pedir que me ría contigo
así sea demasiado tarde